En la elaboración tradicional de los vinos tintos y rosados a las uvas se les quita el raspón, se trasladan a un deposito donde permanen en contacto la piel y el mosto y es ahí donde adquieren el color y las características propias de la uva, previamente a su fermentación.

El interior de las uvas tintas no tiene color, por lo que necesitamos las pieles de las uvas u hollejos para obtenerlo y obtener también los aromas característicos de los vinos rosados y tintos.

A ese contacto del mosto con las pieles es a lo que se llama maceración. Así pues, la maceración es el tiempo que el caldo transcurre en contacto con los hollejos, y es la que da color al vino rosado y tinto que se consigue gracias a los remontados frecuentes que hacemos antes, durante y después de la fermentación. En el caso del vino rosado, esta maceracion es breve (inferior a 10 horas).

Si esto te ha parecido interesante, te invitamos a que vengas a visitarnos y a preguntárnoslo todo sobre el vino y su proceso de elaboración. Prometemos dar respuesta a cualquier duda o curiosidad que tengas y pasar un buen rato catando nuestros vinos.

ÚNETE A LA FAMILIA OCHOA

Autorizo a: